Skip to content

--- Semana Santa Viveiro ---

Semana Santa Viveiro

Publicado 25/04/12

Blogs-webs relacionadas con las Semana Santa de la Diócesis.(XI) Tercio de la Virgen de la Amargura

Visita:  http://amargurasferrol.blogspot.com.es/

 

Publicado 25/04/12

Eles tamén foron (XVI) San Mamed

 

Publicado 24/04/12

 Turbas  (I) Semana Santa de Cuenca


Todo en esta vida tiene un porqué, un origen, un fin. No es caprichoso que, cada año, en la madrugada del Viernes Santo, bajo la luz de la primera luna llena de la primavera, tres hermandades hagan pública su fe procesionando por las calles de Cuenca. Tampoco lo es la participación de Las Turbas en este singular cortejo, que se ha constituido como una de las señas de identidad de la Semana Santa de la ciudad.


Aunque sí existen datos fiables de que la primera procesión del amanecer del Viernes Santo en la ciudad, llamada en sus orígenes de los Nazarenos, tuvo lugar en 1616, sobre el verdadero origen de Las Turbas, tal y como las conocemos hoy en día, no hay un hecho real o ficticio que sea asumido por todos como germen de este colectivo. Lo que sí parece claro es que no son anteriores al siglo XIX. Pero, ¿qué sentido tenía la participación de este grupo? ¿Qué o a quiénes representaban? La mayor parte de las hipótesis que tratan de justificar su presencia en la procesión del Viernes Santo conquense hablan de los turbos como un grupo de actores cuya misión es simular la burla de la que, según la tradición cristiana, fue objeto Jesucristo en su camino a la Cruz. ¿Sólo eso? Entonces, ¿por qué el uso del tambor y los clarines?

 

Todo en esta vida tiene un porqué, un origen, un fin. No es caprichoso que, cada año, en la madrugada del Viernes Santo, bajo la luz de la primera luna llena de la primavera, tres hermandades hagan pública su fe procesionando por las calles de Cuenca. Tampoco lo es la participación de Las Turbas en este singular cortejo, que se ha constituido como una de las señas de identidad de la Semana Santa de la ciudad.


Aunque sí existen datos fiables de que la primera procesión del amanecer del Viernes Santo en la ciudad, llamada en sus orígenes de los Nazarenos, tuvo lugar en 1616, sobre el verdadero origen de Las Turbas, tal y como las conocemos hoy en día, no hay un hecho real o ficticio que sea asumido por todos como germen de este colectivo. Lo que sí parece claro es que no son anteriores al siglo XIX. Pero, ¿qué sentido tenía la participación de este grupo? ¿Qué o a quiénes representaban? La mayor parte de las hipótesis que tratan de justificar su presencia en la procesión del Viernes Santo conquense hablan de los turbos como un grupo de actores cuya misión es simular la burla de la que, según la tradición cristiana, fue objeto Jesucristo en su camino a la Cruz. ¿Sólo eso? Entonces, ¿por qué el uso del tambor y los clarines?


Tratando de ahondar aún más en el origen de esta peculiar manifestación, nos damos cuenta de que la participación de personas tocando el tambor en la Semana Santa no es un acontecimiento exclusivo de Cuenca. Tanto en España como en Hispanoamérica, son muchos los lugares donde tienen lugar celebraciones con importantes semejanzas (Alcañiz, Hellín, Tobarra, Híjar, Calanda o Zamora en España o Jesús María en México). En todas, el pueblo y el tambor son elementos comunes; pero en cada una de ellas hay un origen y un fin.

Por otro lado, un repaso a la Historia del Arte nos ofrece un buen número de evidencias de que tambores y cornetas han formado parte de las representaciones de las escenas de la pasión y muerte de Jesucristo, al menos, desde la Edad Media. Por todo ello, muchos de los estudiosos que han tratado de explicar la razón del uso de la percusión durante la Semana Santa buscan sus raíces en lo más profundo de la tradición cultural en unos casos, en la religiosa en otros o, en una gran mayoría, en una mezcla de ambas.


Llegados a este punto, podemos afirmar que Las Turbas, tal y como hoy las conocemos, surgieron en el siglo XIX íntimamente ligadas a la hermandad de Nuestro Padre Jesús Nazareno de El Salvador y que recogieron una serie de rasgos anclados en lo más profundo de nuestro acervo cultural. Nos encontramos, por tanto, con una manifestación que aúna el fervor religioso y la tradición cultural.

 


Todo en esta vida tiene un porqué, un origen, un fin. No es caprichoso que, cada año, en la madrugada del Viernes Santo, bajo la luz de la primera luna llena de la primavera, tres hermandades hagan pública su fe procesionando por las calles de Cuenca. Tampoco lo es la participación de Las Turbas en este singular cortejo, que se ha constituido como una de las señas de identidad de la Semana Santa de la ciudad.


Aunque sí existen datos fiables de que la primera procesión del amanecer del Viernes Santo en la ciudad, llamada en sus orígenes de los Nazarenos, tuvo lugar en 1616, sobre el verdadero origen de Las Turbas, tal y como las conocemos hoy en día, no hay un hecho real o ficticio que sea asumido por todos como germen de este colectivo. Lo que sí parece claro es que no son anteriores al siglo XIX. Pero, ¿qué sentido tenía la participación de este grupo? ¿Qué o a quiénes representaban? La mayor parte de las hipótesis que tratan de justificar su presencia en la procesión del Viernes Santo conquense hablan de los turbos como un grupo de actores cuya misión es simular la burla de la que, según la tradición cristiana, fue objeto Jesucristo en su camino a la Cruz. ¿Sólo eso? Entonces, ¿por qué el uso del tambor y los clarines?


Tratando de ahondar aún más en el origen de esta peculiar manifestación, nos damos cuenta de que la participación de personas tocando el tambor en la Semana Santa no es un acontecimiento exclusivo de Cuenca. Tanto en España como en Hispanoamérica, son muchos los lugares donde tienen lugar celebraciones con importantes semejanzas (Alcañiz, Hellín, Tobarra, Híjar, Calanda o Zamora en España o Jesús María en México). En todas, el pueblo y el tambor son elementos comunes; pero en cada una de ellas hay un origen y un fin.

Por otro lado, un repaso a la Historia del Arte nos ofrece un buen número de evidencias de que tambores y cornetas han formado parte de las representaciones de las escenas de la pasión y muerte de Jesucristo, al menos, desde la Edad Media. Por todo ello, muchos de los estudiosos que han tratado de explicar la razón del uso de la percusión durante la Semana Santa buscan sus raíces en lo más profundo de la tradición cultural en unos casos, en la religiosa en otros o, en una gran mayoría, en una mezcla de ambas.


Llegados a este punto, podemos afirmar que Las Turbas, tal y como hoy las conocemos, surgieron en el siglo XIX íntimamente ligadas a la hermandad de Nuestro Padre Jesús Nazareno de El Salvador y que recogieron una serie de rasgos anclados en lo más profundo de nuestro acervo cultural. Nos encontramos, por tanto, con una manifestación que aúna el fervor religioso y la tradición cultural.


A comienzos de siglo, este grupo estaba formado por seis clarines, seis tambores y un maestre de Turbas, todos ellos de familias muy humildes. Aparecen de esta forma linajes íntimamente ligados desde entonces a este colectivo: Los Planchas, Los Pantaleones, Los Patacos… Aseguran que José Cobo, por entonces alcalde de la ciudad, les pagaba una parvedad consistente en un real y una punta de alajú por turbo.


La necesaria reconstrucción de la Semana Santa tras la Guerra Civil también llegó hasta Las Turbas. A partir de entonces, formaban parte de ella 24 personas: 12 clarines y 12 tambores, aunque era habitual contar con la presencia de los más jóvenes de la familia que continuaban con la tradición de las familias primitivas. El orden del desfile era el siguiente: primero los clarines, luego los tambores y, tras ellos, El Jesús.


Otra de las costumbres tradicionales, que hoy todavía perdura, ha sido la visita que la turba rinde a los Hermanos Mayores de Nuestro Padre Jesús Nazareno –también en muchas ocasiones a lo de San Juan Evangelista- en la noche del Viernes Santo. El Hermano Mayor correspondía a sus visitantes con un ágape a base de galletas, magdalenas, pastas y resoli.


Casi en el olvido está quedando también la artesanía relacionada con la elaboración de dos de los elementos protagonistas de la madrugada del Viernes Santo: el tambor y el clarín. En este caso la comodidad está apartando a la tradición. Dicen los turbos de toda la vida que el sonido más puro lo proporcionan los tambores confeccionados a base de tensar la piel –preferentemente de ternera- con las manos y con la ayuda de una cuerda.

Una piel que ha debido estar al menos durante un mes sumergida en agua con sal antes de ser colocada en la cuba. Tras el montaje, el tiempo hará el resto: unos diez días después estará seca y el tambor listo para su uso. En el caso del clarín, el tubo de cobre ha sido la materia prima más utilizada. Unas vueltas con la ayuda de una máquina, una boquilla en una punta y un cono metálico en la otra son suficientes para lograr un clarín tradicional.


Pero quizá lo que más ha cambiado ha sido la procesión misma. Al margen de la necesaria evolución y la consiguiente adaptación a los tiempos, en los últimos años han aparecido muchos elementos que poco o nada tienen que ver con Las Turbas. No tienen sentido ni el cruce de palillos, ni las palilladas, ni los gritos, ni los saltos, ni los silbidos, ni los empujones… ni, por supuesto, los enfrentamientos ni los insultos. Al fin y al cabo, no debemos olvidar que participamos en una procesión religiosa en la que cada uno, desde sus propias creencias, ha de cumplir su papel.


Y para que esta santa tradición perdure en el tiempo, es necesario buscar la autenticidad, las raíces, y huir de lo superfluo. Comprender que Las Turbas siempre han precedido al Nazareno del Salvador, y por tanto han de desfilar delante del guión de la hermandad; sólo ese es su sitio. Saber que los clarines han sonado cuando El Jesús asomaba por las curvas o cuando iniciaba la marcha tras el descanso de los banceros; mientras, los tambores callaban. Entender que el Miserere es el canto de un salmo penitencial (Misericordia, Dios mío, por tu bondad,/ por tu inmensa compasión borra mi culpa;/ lava del todo mi delito,/ limpia mi pecado./ Pues yo reconozco mi culpa) y que siempre se ha escuchado en silencio y con el debido respeto. Y no hay que olvidar que el tambor, con su sonido ronco, y el clarín, con su estridencia, no han de ser sino una demostración del respeto y la devoción del turbo hacia del figura del Nazareno que camina, sin remisión, hacia una muerte anunciada. Con todo ello, en la turba se conjugan, como en ningún otro sitio, la fe, la tradición, la religiosidad popular, la cultura… Sin esa mezcla de fe y tradición, no tendrían sentido, serían una fiesta más.


Debemos ser conscientes de que formamos parte de un desfile en el que la razón de participar ha de ser igual para todos sus integrantes –acompañar a Jesús en su camino al Calvario-; la manera de hacerlo es lo que cambia: como bancero, nazareno, turbo… El cardenal Carlos Amigo, arzobispo metropolitano de Sevilla, lo explica a la perfección con un ejemplo: “A la misma hora, la misma Señora, la Virgen de la Soledad de Cuenca y la Virgen Macarena en Sevilla salen a la calle. El silencio es contenido son casi respiración ante la Virgen querida de Cuenca. ¿Aplaudir? ¡Sería ofensa! ¿Decir piropos? ¡Sería blasfemia! A la misma hora, la misma Señora, con otro nombre sale a la madrugada de Sevilla. ¡Bandas de música, aplausos, vivas, piropos! No hacerlo sería de mal hijo. Pero, en el fondo, el amor y la devoción a la Madre!... El mismo texto, distinta música”. En el caso de Las Turbas, un mismo fondo –la devoción a Jesús- pero con distinta forma –cofrades o turbos-. Un sentimiento común pero distinta manera de manifestarlo.


Texto: Luisma Calvo
 

 

Publicado 24/04/12

 Obra de Jose María Hurtado (III).Dolorosa

Publicado en la Hornacina el 12/03/10 

Se trata de una Dolorosa de tamaño inferior del natural (110 cm de altura), realizada el presente año 2010 para la colección particular de María Luisa Portillo Ordóñez, en la localidad sevillana de Alcalá de Guadaira.


La bella imagen, de las llamadas de candelero para vestir, ha sido tallada en madera de cedro y policromada al óleo con acabado en brillo. Posee pestañas postizas en los párpados superiores, ojos de vidrio y seis lágrimas de cristal corriendo por sus mejillas. Detalles morfológicos como el tipo de carnaciones, la disposición del abocetado cabello y el modelado de la boca, con la lengua asomando entre la dentadura perfectamente tallada, remiten a modelos marianos de la escuela sevillana que van del siglo XVIII a la primera mitad de la centuria siguiente.

 


La talla que ha recibido el título del Silencio y la Humildad, según un fragmento del libro de oraciones del capuchino Ignacio Larrañaga que a continuación reproducimos:

Madre del Silencio y de la Humildad, tú vives perdida y encontrada en el mar sin fondo del
Misterio del Señor. Eres disponibilidad y receptividad. Eres fecundidad y plenitud. Eres atención y
solicitud por los hermanos. Estás vestida de fortaleza. En ti resplandecen la madurez humana y la
elegancia espiritual. Eres señora de ti misma antes de ser señora nuestra. No existe dispersión en
ti. En un acto simple y total, tu alma, toda inmóvil, está paralizada e identificada con el Señor.
Estás dentro de Dios y Dios dentro de ti. El misterio total te envuelve y te penetra, te posee, ocupa
e integra todo tu ser. Parece que todo quedó paralizado en ti, todo se identificó contigo: el tiempo,
el espacio, la palabra, la música, el silencio, la mujer humilde, Dios. Todo quedó asumido en ti, y
divinizado. Jamás se vio estampa humana con tanta dulzura, ni se volverá a ver en la tierra mujer
tan inefablemente evocadora. Sin embargo, tu silencio no es ausencia sino presencia. Estás
abismada en el Señor, y al mismo tiempo, atenta a los hermanos, como en Caná. Nunca la
comunicación es tan profunda como cuando no se dice nada, y nunca el silencio es tan elocuente
como cuando nada se comunica. Haznos comprender que el silencio no es desinterés por los
hermanos sino fuente de energía e irradiación; no es repliegue sino despliegue, y que, para
derramarse, es necesario cargarse. El mundo se ahoga en el mar de la dispersión, y no es posible
amar a los hermanos con un corazón disperso. Haznos comprender que el apostolado, sin silencio,
es alienación; y que el silencio, sin el apostolado, es comodidad. Envuélvenos en el mando de tu
silencio , contágianos de tu infinita humildad, y comunicamos la fortaleza de tu Fe, la altura de tu
Esperanza, y la profundidad de tu Amor. Quédate con los que se quedan y vente con los que nos
vamos.
¡Oh Madre Admirable del Silencio y la Humildad!


Fuente: http://www.lahornacina.com/noticiasjmhurtado4.htm

 

Publicado 24/04/12

Blogs-webs relacionadas con las Semana Santa de la Diócesis.(X) Tercio del Cristo de la Misericordia

Visita: http://cofradescristomisericordia.blogspot.com.es/

 
<< Inicio < Prev 361 362 363 364 365 366 367 368 369 370 Próximo > Fin >>

Página 368 de 508

CARTEL 2024

Libro de Actos 2024

Libro Pregón 2024

Pregon 2024

Semana Santa Nenos 2024

Actos Liturgicos 2024

Adral 2024

Adral 2024. Las huellas nunca borradas

Adral 2024 Renata y Leopoldo Valeivan

El Sentimiento de un Pueblo

SSV 2023 Viernes de Dolores

SSV 2023 Caladiños

SSV 2023 Via Crucis Hombres

SSV 2023 El Encuentro

SSV 2023 Santo Entierro

SSV 2023 La Cena

SSV 2023 Esperanza

SSV 2023 Viacrucis Mujeres

SSV 2023 Resurreccion

SSV 2023 La Borriquita

SSV 2023 Misericordia

SSV 2023 La Pasión

SSV 2023 Via Lucis

SSV 2023.Desenclavo

SSV 2023 El Frances

SSV 2023. Prendimiento

Historia dunha Paixon

Antesala dun Museo

Visitas Antesala 2021

Vivela 2021 P Via Lucis

Vivela 2021 Via Lucis

Vivela 2021 Encuentro Resur.

Vivela 2021 Resurreccion

Vivela 2021 P Esperanza

Vivela 2021 Esperanza

Vive tus Recuerdos 2004

Vivela 2021 Soledad

Vivela 2021 Caladiños

Vívela 2021. 75 Aniv Piedad

Vivela 2021 La Pasion

Vivela 2021 Santo Entierro

Vivela 2021 Procesión del Santo Entierro

Vívela 2021 Desenclavo

Vivela 2021 Sermón Siete Palabras

Vívela 2021 Encuentro 1992

Vívela 2021. Encuentro

Vivela 2021 Sentencia

Vivela 2021 Heraldos

Vivela 2021 Misericordia 2011

Vivela 2021 Misericordia

Vívela 2021 Prendimiento 2019

Vívela 2021 Prendimiento

Vivela 2021 Cena 2019

Vívela 2021 La Cena

Vivela 2021.Via Crucis H

Vive tus Recuerdos 2003.

Vívela 2021. Via Crucis M

Vivela 2021 Via Crucis Mujeres

Vive tus Recuerdos 2007

Vive Tus Recuerdos 2002

Vivela 2021. Francés

Vivela 2021.Borriquita

Vívela 2021 Ramos

Vívela 2021. Pregón

Vivela 2021 Expo Fotografica

Vivela 2021. Benéfico

Vívela 2021. Dolores

Adral 2021 Clausura

Adral 2021. Coro

Translate

Contacto

Para ponerte en contacto con nosotros, o para aportar tus ideas y sugerencias escríbenos:

websemanasantaviveiro@gmail.com

Joomla Templates and Joomla Extensions by ZooTemplate.Com